mié

05

may

2010

CUANDO EL CORAZON SANGRA

Uno de los grandes dolores que sufre el ser humano es la pérdida del amor. Hemos hallado a alguien “perfecto”, que nos gusta. Le entregamos nuestros sentimientos, nuestras ilusiones. Y un buen día… zas! la relación termina. Dice que ya no nos quiere, que “necesita tiempo para pensarlo”, o simplemente desaparece. Y el mundo se nos viene encima.

Es entonces cuando el corazón sangra No, no es poesía, realmente sentimos que nos han partido el corazón y el alma. Nos sentimos vacíos, que nos han quitado “algo”.

Es natural llorar en estas circunstancias. Pero podemos tragarnos nuestras lágrimas, y luego se transformarán en enfermedades. O quedarnos en la pena, alimentando una depresión que lentamente se apodera de nosotros. Y un buen día nos decimos: “Voy a pasar la página”, y hacemos como que nos olvidamos y seguimos con la vida. Pero dentro nuestro corazón sigue sangrando

 

Terminar una relación implica un luto, un duelo, que es un proceso de cinco aspectos:

Negación (“esto no me está pasando”); Depresión (dejo de negar la realidad y eso me llena de tristeza); Rabia (que permite tomar distancia de la pérdida. El peligro es quedarse en esta etapa y vivir con rencor); Cicatrización (se recupera la Autoestima. Estamos dispuestos a dejar marchar al otro); y Aceptación (reconocemos nuestra parte de responsabilidad. Valoramos lo bueno que nos aportó la relación y nos llevamos lo aprendido. Ya no hay dolor.

 

El tiempo no es suficiente para curar las heridas emocionales. Podemos haber establecido alguna nueva relación, habernos casado, haber pasado meses o años, y sin embargo seguir anclados en el pasado, impidiéndonos nuestra plena felicidad ahora.

 

La Psicoterapia apoyada en las Esencias Florales (Flores de Bach) puede resolver y ayudar a superar asuntos pendientes inclusive de muchos años. Por ejemplo la esencia Holly nos ayuda a manejar la rabia y los celos; Honeysuckle a poder dejar atrás el pasado, con aceptación; Gentian nos devuelve el ánimo perdido; Bleeding Heart (Corazón Sangrante) nos dará la capacidad de cortar los lazos de una relación que ya fue. ¡Y nuestro corazón será otra vez libre para Amar!

mié

08

jul

2009

MICHAEL JACKSON en la Tierra del Nunca Jamás

Ayer fueron los funerales de Michael. Ahora, por fin, se encuentra en "Neverland".

 

Su vida nos mueve a reflexionar sobre el vivir la infancia. Es público que Michael no la tuvo, y podemos ver sus esfuerzos por recobrarla. Pero el niño herido, el niño interno que todos llevamos, no halla la paz porque nos compremos juguetes cuando ya no es edad de tenerlos. Halla la paz cuando asumimos el dolor que sufrimos, cuando valoramos lo vivido como parte de lo que somos hoy. Cuando nos aceptamos tal y como somos.

 

Veía una entrevista que le hicieron a Jacko hace algunos años atrás. El entrevistador le hacía ver que no sólo había cambiado su piel, sino que su rostro lo había cambiado, como si quisiese borrar sus facciones de hombre negro. El le respondía que no era cierto, que solo se había hecho una modificación con cirugía plástica, "quizás dos..." añadía. Yo no creo que quisiera engañarnos, me parecía, más bien, que se engañaba a sí mismo. Ls verdad suele ser dolorosa.

 

Amaba tanto a los niños. En esa misma entrevista Michael llamaba la atención acerca de la pérdida de los vínculos entre padres e hijos. De la importancia del abrazo, de la caricia, de arroparlos, de leerles cuentos. Yo no sé si abuso de algún niño (tras su muerte uno de los que lo denunció se retractó, señalando que su padre lo obligó para sacarle dinero), lo que sí estoy convencido es que en cada niño se veía a si mismo, en lo que tuvo y en lo que le faltó. En cada niño creía ver una esperanza de redención para su propio niño, para el pequeño Michael.

 

He creído ver una alegoría de su vida a través de Willy Wonka en la versión de Tim Burton  de "Charlie y la Fábrica de Chocolates". Pero eso será motivo de otro post.

 

Michael, diviértete en Neverland!